Carlota y Pedro se conocen desde los 14 años. Son del mismo pueblo, Suria, y se conocieron jugando a Balonmano. En este caso no querían una invitación temática de este deporte, si no una invitación suave, con tonos pasteles y que de alguna manera interacturara con el invitado.
La invitación personalizada es de formato tríptico que explica la historia de la pareja y que “incorpora” un pequeño test para los invitados. Quien más respuestas acierte, tendrá premio.
Se han realizado 70 invitaciones de boda personalizadas.